El top ten de los contrapunteadores llaneros

 por, Randy Chávez


(De la actualidad)





Hace días escuché una promoción en Venevisión, en la cual se anunciaba un show de contrapunteo llanero entre un grupo de conocidos copleros. Es la primera vez, si la memoria no me falla, que se transmite un espectáculo de este tipo en un canal de televisión venezolano (en Colombia es muy frecuente). En la televisora estatal Tves se ha transmitido uno que otro contrapunteo, pero en eventos de otra naturaleza.


Ahora mismo recuerdo algunos sketches en el programa de humor "¡Qué locura!", también de Venevisión; y algo así como un compartir de coplas amistosas o echaderas de bromas en el programa "Vladimir a la 1", de Globovisión.


Siempre me he preguntado por qué no se ha tomado en cuenta este tipo de expresiones culturales en la "mass media", siendo de todas las manifestaciones del joropo llanero, tal vez, la que llama más la atención al público de todas las edades. En cada pueblo y en cada barrio de nuestro país hay gente que contrapuntea, y donde hay careo de coplas hay multitud de público animando a los cantantes y metiéndoles casquillo.


Los contrapunteadores, en un sentido, tienden a ser como los ajedrecistas blitzeros: "si hay alguien en la zona que tenga buen nivel, nos tenemos que 'matar' sí o sí", y a la gente le gusta eso.


De los nombres que alcancé a escuchar que actuarían en el promocionado show, llamó mi atención dos de ellos: Omar Labrador, el "Hombre del celular" y Orlando Medina, el "Picaflor". Ambos han tenido una importante presencia en los canales nacionales desde hace un buen rato y al parecer chambean en llave. Sin duda han sabido desarrollar un buen trabajo de relaciones públicas con los diferentes productores de televisión, a tal punto que hoy día los invitan con frecuencia a los medios más influyentes del país.


Son graciosos, se llevan bien en el escenario, hacen un espectáculo -a cuatro manos- que conocen de memoria, y, en términos generales, son dos folcloristas llaneros que están dedicados específicamente a la improvisación de coplas.


No pertenecen al top 100 y, quizá, ni al top 1.000 de los contrapunteadores llaneros, pero hacen un trabajo invaluable: ganar un espacio mediático para la música llanera y ser portavoces de una manifestación cultural que ha sido ignorada por las grandes empresas de comunicación de Venezuela. La misma que nunca les prestó atención a los copleros del pasado: Dámaso Figueredo, Juan del Campo, José Jiménez ni a los espectaculares contrapunteadores Luis Hernández, Claro Digno Graterol y Miguel Díaz, entre otros.


Ahora bien, al igual que ocurre en las diferentes expresiones artísticas, científicas y deportivas tales como: ajedrez, nado sincronizado, clavado, cine, pintura, medicina, arquitectura, derecho, diseño gráfico, kata (formas de karate), taolu (formas de wushu), ballet, danza, gimnasia, canto etc., una cosa es lo que aprecia, observa y escucha el público y otra muy distinta la que aprecia, observa y escucha el especialista en la materia. Sin duda, el lente del perito tiene mejor enfoque que el lente de nosotros los legos. En el arte de contrapuntear ocurre algo parecido. 


Para quienes no son expertos en música llanera, y más específicamente en esto del contrapunteo, les da lo mismo un verso que otro; y en realidad se desconoce toda una técnica y un arte que va mucho allá más de simplemente rimar una copla con la otra.


Un cantante que según la opinión de nosotros los profanos pudiera parecer una maravilla, a criterio de los expertos en la materia tal vez sea considerado un "rabo 'e cabuya" (de cuestionable calidad). Hay casos en los cuales la fama está reñida con la calidad; por ejemplo, una parte del público que escucha un contrapunteo llanero, y que vitorea a uno de los contrincantes, tal vez no alcance a detallar si uno o ambos copleros enfrentados:


- Bota o cambia la rima. (Cuando es de pie forzado o "verso tallao"). "...los cantores deben terminar las estrofas siempre con un mismo verso". Aretz, 1992.


- No colea el verso, no lo colea bien o no lo agarra al través. (Cuando se trata de versos encadenados).


- Canta bellaquerías o rimas difíciles. (Truco sancionado en los festivales).


- Canta versos aprendidos o "copiaos". (Ocurrencias, ejemplos, chistes y refranes que ya están grabadas, que ya han sido utilizadas en otra ocasión por otro u otros copleros, o que están harto trillados en los contrapunteos).


- Repite un verso propio que él ya había utilizado en otra ocasión.


- Repite una palabra que acaba de ser utilizada por él o por su rival en esa controversia.


- "Se atraviesa en la cuerda". (Referido a la métrica).


- No remata la copla. (Versea bien pero no es contundente).


- Grita. (En ocasiones el grito se utiliza para tratar de ocultar la falta de argumento poético, discursivo y de contenido en el remate).


- El verso carece de coherencia o no se responde a una pregunta de manera coherente. (Si no hay coherencia ni lógica, popularmente se dice que se "canta loqueras").


- Pide aplausos para poner al público de su lado. (Es casi un pecado pedir aplausos. Hay que ganárselos).


- Titubea o se le enreda la lengua. (Tartamudear, gaguear o "macujerar", es interpretado como una falta de velocidad mental).


- Cae en obscenidades, vulgaridades y/o groserías. (En los festivales esto es penalizado; en tanto que en los contrapunteos de parrando, un contrincante tiene licencia para retirarse de la tertulia tan pronto el otro coplero utiliza un lenguaje de este tipo).


- Hace bailes y "payasea" mientras el otro cantor ejerce su turno, para ganar apoyo popular.


- Etc.


Por supuesto que hay otros criterios de valoración del contrapunteo más académicos, que analizan la argumentación semántica-discursiva, las estrategias conversacionales y la progresión temática, tal como lo plantea la investigadora venezolana Jenny Vargas, en su trabajo: "La controversia en el contrapunteo llanero", (2017). Ahí se profundiza en la teoría de la improvisación, la temática del intercambio, la triada de organización y los turnos, y la zona de la controversia (hilvanación, temática y desenlace).


Hay copleros que se ajustan a las normas más estrictas tanto de la valoración musical como de la llamada teoría de la improvisación, como es el caso de José Francisco Montoya, el "Tigre de Payara"; José Jiménez, el "Pollo de Orichuna"; Alexander Tiapa, el "Papelón del Chaparro"; Eimer Escalona, el "Pollo de Moroturo"; y los fallecidos Nelson Morales, el "Ruiseñor de Atamaica"; José Gregorio Romero, el "Mandinga de la copla"; Lorgio Rodríguez, el "Gavilán coplero", y Ramón Castillo, el "Pollo de Paraparito".


...


Siempre me pregunto: ¿por qué no invitan a los mejores contrapunteadores del llano a los programas de televisión de los canales nacionales?


Alguien que esté leyendo este artículo puede estar pensando que "entre gustos y colores...", y no le quito la razón. Por supuesto, no necesariamente el mejor para mí tiene que ser el mejor para los demás. "¿Caracas o Magallanes? ¿Messi o Cristiano Ronaldo? Es una cuestión de gustos", pudiera argumentar otro.


En el contrapunteo llanero hay escenarios para medir quién o quiénes se destacan por encima del resto. Básicamente hay tres:




PRIMER ESCENARIO. 


Festivales formales:


Estos cuentan con un jurado colegiado que evalúa de manera rigurosa los versos de cada coplero, de acuerdo a un reglamento previamente conocido por los participantes.


Tomando en cuenta a Colombia y Venezuela, ocho copleros presentan la mayor cantidad de podios (1ero, 2do o 3ero) en los festivales más prestigiosos, en los últimos 20 años:


- José Gregorio Romero, el "Mandinga de la copla". (Fallecido).


- Alexander Tiapa, el "Papelón del Chaparro".


- Oscar Quintero, el "Coplero colombiano". (Colombia).


- Eimer Escalona, el "Pollo de Moroturo".


- Julio Bruces, el "Internacional del verso".


- Hernando Guerrero, el "Cabrestero del verso". (Colombia).


- Argenis Prado, la "Máquina del verso".


- Alfredo Díaz, el "Sabanero.



SEGUNDO O ESCENARIO. 


Mano a mano en enfrentamientos informales: 


No hay jueces, sino que están presentes cantantes, compositores, músicos, otros copleros, etc., y ellos fungen como una especie de jurado popular. No está sujeto a un tiempo determinado. También se les conoce como contrapunteos de parrandos.


Me atrevo a decir que la totalidad de cantantes, compositores y músicos de Colombia y Venezuela reconocen a los siguientes copleros como los mejores entre los mejores de la actualidad:


-Eimer Escalona, el "Pollo de Moroturo".


- Alexander Tiapa, el "Papelón del Chaparro".



TERCER ESCENARIO. 


El apoyo del público: 


Aplauso, vítores, brincos y gritos a favor de uno de los tertuliantes. Aquí estamos hablando de popularidad, y tiene mayor carga de subjetividad que las anteriores.


En este punto quiero ubicar a un solo contrapunteador, por sus condiciones de "coplero show" prácticamente inigualables hasta el presente, y porque considero que ubicar a alguien en un segundo puesto pudiera dar la idea de que entre el primero y el segundo lugar hay poca diferencia. En tal sentido, en este aparte mencionaré al fallecido Henry Fuenmayor, natural de Caicara del Orinoco, estado Bolívar, quien tenía una capacidad (artística) impresionante para ganarse al público y un carisma, como pocos, en la música llanera.



-Atendiendo al título de este artículo, les presento lo que este cronista considera el "TOP TEN DE LOS COPLEROS LLANEROS" de la actualidad. (En otra entrega ofreceré el "top ten de los copleros" de la vieja guardia).


1- EIMER ESCALONA, el "Pollo de Moroturo".


2- ALEXANDER TIAPA, el "Papelón del Chaparro".


3- ISNARDO GOITÍA, el "Diamante negro".


4- JULIO BRUCES, el "Internacional del verso


5- ALFREDO DÍAZ, el "Sabanero".


6- ANÍBAL MEZA, el "Indio".


7- ALCIDES PADILLA, el "Pollo del Palito".


8- ARGENIS PRADO, la "Máquina del verso".


9- RAFAEL QUINTANA, el "Mata tigre del llano".


10- JOSÉ ROSARIO VILLEGAS, la "Panela de Zaraza".



Mención aparte merecen tres artistas fallecidos que sin duda fueron tres de los mejores copleros de la historia de los llanos colombo-venezolanos:


- José Gregorio Romero, el "Mandinga de la copla". Para muchos el mejor de la historia.


- Lorgio Rodríguez, el "Gavilán coplero" (Colombia). Tal vez el mejor de la historia de Colombia.


- Ramón Castillo, el "Pollo de Paraparito". El mejor estilo de remate relancino.



…Algunos dirán que no se incluyó en la lista a José Medina, el "Coplero cinco estrellas" (fallecido) ni a los maestros Ramón Villarreal, Jacinto Linares, Aquiles Padrino, Robinson Gómez (Colombia), Damián Santana (Colombia), Jhon Díaz, Juancito Rodríguez, y otros que están en el semiretiro; así como tampoco a la camada de jóvenes que han venido obteniendo resultados positivos en los diferentes festivales que se realizan tanto en Colombia como en Venezuela, o a otros que vienen desarrollándose como copleros de parrandos.


En realidad, la lista de "gallos de espuela fina" es larga.


...



Para finalizar quiero hacer dos aclaratorias:


PRIMERA: hay contrapunteos de estudios de grabación en los cuales participan dos o más copleros. Generalmente ellos se ponen de acuerdo para escribir los versos previamente. Ahí los versos no son improvisados; son preparados con anticipación. Hay casos en los cuales la letra del contrapunteo es de un autor distinto a los cantantes que participan en la grabación. Seguramente el lector recuerda o conserva discos grabados a dúo en la modalidad de contrapunteo en la voz de, por lo menos, dos cantantes.


En este artículo nos estamos refiriendo estrictamente a los llamados "copleros a talento vivo".


SEGUNDA: aunque la 1era acepción de la RAE nos dice que un coplero es: "...persona que compone, canta o vende coplas, jácaras, romances y otras poesías", en la música llanera solo se reconoce como copleros a los contrapunteadores; en tal sentido, no son copleros Luis Silva o Fredy López como tampoco lo fue el desaparecido Simón Díaz.


Reynaldo Armas, Vitico Castillo y Jorge Guerrero no pertenecen a la élite de copleros, pero tienen un buen nivel como copleros de parrandos que les permite desafiar, con frecuencia, a los contrapunteadores top. Otros como armando Martínez y Cristóbal Jiménez medio rajuñan (rasguñan) el arte de las coplas improvisadas. Cristóbal con mucho más nivel que Armando.



Definitivamente, los copleros son una especie de grupo élite dentro del folclor llanero.


...


"Después no digan que el tiempo es malo". GOYA.


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Email: randychavez@gmail.com

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